DOÑA VENENOS


Doña Venenos habita
a unos pasos de mi casa.
Ella quiere disfrutar
rutas, jardines y playas,
y todo ya se lo dimos,
pero no está apaciguada.

¿A qué vino de tan lejos
si viaja llevando su alma?
a los que nacen o mueren,
a los que arriban o zarpan,
y aunque son muchos sus días
¡no se cansa, no se cansa!

A qué vino de tan lejos
si viaja llevando su alma.
Pudo dejarla, sí, pudo,
en cactus abandonada,
y hacerse, cruzando mares,
otra de hieles "lavada".

¿A qué vino a ser la misma
bajo el país de las palmas?
Me la dicen, me la traen
todos los días contada,
pero yo aún no la he visto
y me la tengo sin cara.
Cada día me conozco
árbol nuevo, bestia rara
y criaturas que llegan
a la puerta de mi casa.

¿Pero si no la vi nunca
cómo echo a la forastera?
Y si me la dejo entrar
¿qué hace de mi paz ganada,
qué de mi bien que es un árbol?

Todos me preguntan si
ya vino la malhadada
y luego me dicen que...
es peor si se retarda.