INVITACIÓN A LA MÚSICA (1)

Vamos sin barco, vamos sin remos
y trocados en nuestra alma,
y dejando lo que hubimos
caído y sin esperanza,
por ríos de libertad,
con cadenas canceladas.

Para olvidar en su vaho
la memoria ensangrentada,
vamos a Islas sin nombres
veraces o desvariadas.

¡Todo está cayendo en polvo
como las monedas falsas;
lo soñado y lo vivido,
el castillo y la cabaña!

La piedra, el hierro, las cales,
los cánticos, las baladas,
nuestro canto y nuestro sueño
y la fe sin la esperanza.

Por eso por tierra estamos
con la tristeza de la manada,
que trepó cuestas y encuentra
*sólo nieve en las montañas.

Desengañados de ríos,
incrédulos de las Antártidas,
de las edades de hierro,
de vellocinos y Kábalas.

Nos vamos por este golfo
o aquella nube inflamada,
todod ella vuelo de Arcángel
másleve que alción y barca.

Nos vamos por el torrente
desbocado que arrebata,
aupados por lo Divino
sin balbucear palabra.

Desnudos y sin lamento,
criaturas que fueron robadas,
de lo amado y lo servido
y del hoy y del mañana.

Cuanto labramos, cuanto hicimos
-redes, fosos, torres, casas-
todo paró en servidumbre,
todo en fruta encenizada
menos ésta que mece y mece
con regazo y sin palabra.

Vamos huyéndonos por Ella,
en fuga que toma y salva
con Madre leve y sin peso,
sin rostro como la gracia.
Tómenos la vieja Madre
sin cobrar sangre ni lágrimas,
con dejo de bosque al viento
sin bulto, nombre ni casta.

Tu rostro nunca lo vimos
sólo seguimos tu espalda.
Vamos contigo sin verte
sobre esta fe de fantasmas
ignorando adónde llevas
sabiendo que tu amor salva.
¡Liberados de duros sueños,
sin pesadumbre a las espaldas!
Vamos contigo, sea la noche
sea la siesta, sea el alba.

Virgen nacida y no nacida,
de los Sin Rostro, así prestada
que no se muere por vendida
y continúa de acabada.

Sigue cantando bajo la noche
y no te rompas con el alba
si ésta no llega, dobla tu canto
para apurarla en las montañas,
sin que te llamen, como a María
y más ardiente cuando llamada
siguiéndote por los pinares
a la rasa noche estrellada
*y para todos o ninguno.

Todavía no éramos y eras
cantando tu himno y no escuchada
y las tinieblas se sentían
de voz y número rasgadas.

Tal vez temblando nos ensayas
en cuarzos, en
gimiendo desesperada.
Tal vez los aires que vas cantando
no son... ni son arias (2)
Tal vez no estamos, ni nacimos
y tú cantas porque nazcamos.
Si te oímos y no te vemos
será que buscas el burlarnos.
*
Si te amamos así sin verte,
y te amamos perdidamente,
será que en sueños te nombramos.
Será que dentro de ti estamos.
Mejor si Eva ha sido estéril
y tú eres, la destinada
y estás cantando canción de cuna
embriagada de apercibida
y sin pisar aún las plantas.

Será que esperas otra tierra
y otras mares tornasoladas.
Será que cuando te nombramos
solamente cruzas y pasas. (3)

 

Notas

(1) Gabriela dio su aprobación al texto.

(2) "no son"... Verso inconcluso en el original.

(3) "solamente cruzas y pasas", "no más cruzas y pasas".
      Anota Gabriela: "Falta". Al término del poema indica Doris Dana: "dice Gabriela acabarla".