CAMPESINOS


Todavía, todavía
esta queja doy al viento:
los que siembran, los que riegan,
los que hacen podas e injertos,
los que cortan y cargan
debajo de un sol de fuego
la sandía, seno rosa,
el melón que huele a cielo,
todavía, todavía
no tiene un "canto de suelo".

De tenerlo, no vagasen
como el vilano en el viento,
y de habérmelo tenido
yo no vagase como ellos,
porque nací, te lo digo,
para amor y regodeo
de sembrar maíz que canta,
de celar frutillas lento
o de hervir, tarde a la tarde,
arropes sabor de cielo,

Pero fue en vano de niña
la pela y el asoleo,
y en vano acosté racimos
en sus cajitas de cuento,
y en vano celé las melgas
de frutillares con dueño...
porque mis padres no hubieron
la tierra de sus abuelos,
y no fui feliz, cervato,
y lo lloro hasta sin cuerpo,
sin ver las doce montañas
que me velaban el sueño,
y dormir y despertar
con el habla de cien huertos
y con la sílaba larga
del río adentro del sueño.