ENFERMO

Vendrá del Dios alerta
que cuenta lo fallido.
Por diezmo no pagado,
rehén me fue cogido.
Por algún daño oscuro
así me han afligido.

Está dentro la noche
ligero y desvalido
como una corta fábula
su cuerpo de vencido.
Parece tan distante
como el que no ha venido,
el que me era cercano
como aliento y vestido.

Apenas late el pecho
tan fuerte de latido.
¡Y cae si yo suelto
su cuello y su sentido!

Me sobra el cuerpo vano
de madre recibido;
y me sobra el aliento
en vano retenido:
me sobran nombre y forma
junto al desposeído.

Afuera dura un día
de aire aborrecido.
Juega como los ebrios
el aire que lo ha herido.
Juega a diamante y hielo
con que cortó lo unido
y oigo su voz cascada
de destino perdido...